El zorro y las uvas
Érase una vez un zorro muy listo que paseaba por el bosque cuando vio un racimo de uvas colgando de una rama alta. Al zorro se le hizo la boca agua al verlo.
«¡Quiero esas uvas!», exclamó el zorro.
El zorro retrocedió unos pasos e intentó saltar para alcanzar las uvas, pero falló. Lo intentó una y otra vez, pero no pudo alcanzarlos. El zorro empezó a sentirse un poco frustrado.
«Probablemente estén agrias de todos modos», refunfuñó el zorro, y se marchó encogiéndose de hombros, dejando atrás las uvas.
Como esa noche no comió nada, durmió con el estómago vacío.
Moraleja: Ponemos excusas cuando algo es demasiado difícil de conseguir. En lugar de esforzarnos por conseguirlo, nos decimos a nosotros mismos que probablemente no sea tan bueno.