La historia de las mariposas
Un día, un hombre ve a una mariposa que se esfuerza por salir de su capullo. Se queda y observa lo que intenta hacer la mariposa. Cuando ve que la mariposa no es capaz de salir fácilmente del capullo, se entristece por ella y decide ayudarla de alguna manera.
Por ello, coge unas tijeras y corta el capullo para que la mariposa pueda liberarse. Pero ve que en cuanto cortó el capullo la mariposa salió herida y arrastrándose. Estaba seguro de no haber herido a la mariposa con las tijeras y tampoco había sangre.
No se dio cuenta de que cuando la mariposa intenta salir de su capullo, su cuerpo produce un fluido. A medida que la mariposa lucha, el líquido es empujado de vuelta al cuerpo hasta las alas. Es esa lucha y ese fluido lo que da a la mariposa la capacidad de volar. Sin la lucha, la mariposa sólo será un insecto rastrero y herido.
Moraleja: Nuestras luchas nos ayudan a crecer y a ser mejores en la vida.