El pájaro de oro

Érase una vez, en un reino mágico, un rey que soñaba con escuchar el canto de un legendario Pájaro Dorado. Este pájaro, más brillante que el sol, cantaba tan dulcemente que todos los que lo oían se llenaban de alegría.

El rey tenía tres hijos: los dos mayores eran muy orgullosos, pero el menor, llamado Jack, era amable e inteligente. Un día, el rey descubrió que las manzanas doradas de su jardín estaban desapareciendo. Pidió a sus hijos que averiguaran quién los estaba robando.

La primera noche, el hijo mayor intentó vigilar el jardín pero se quedó dormido. Lo mismo ocurrió con el segundo hijo la noche siguiente. En la tercera noche, fue el turno de Jack. Se quedó despierto y vio el Pájaro de Oro. Intentó atraparlo, pero sólo consiguió agarrar una de sus plumas doradas.

El rey quedó maravillado por la pluma y deseó aún más al pájaro. Así que Jack emprendió un increíble viaje para encontrarla. Por el camino, se encontró con un zorro sabio, que le dio un valioso consejo: «No cojas la jaula de oro en casa del pájaro».

Cuando Jack encontró el Pájaro de Oro, olvidó el consejo del zorro e intentó atraparlo en una jaula de oro. Sonaron las alarmas y Jack fue capturado por los guardianes del pájaro. Lo arrojaron a un calabozo, pero le prometieron su libertad si les traía el Caballo de Oro, que corría más rápido que el viento.

Esta vez, Jack escuchó al sabio zorro. Atrapó al Caballo de Oro y, con la ayuda del zorro, rescató también al Pájaro de Oro.

Pero, cuando Jack regresaba a casa, sus envidiosos hermanos le engañaron. Lo abandonaron en el bosque y llevaron el caballo y el pájaro a su padre, alegando que los habían capturado. Sin embargo, el Pájaro de Oro y el Caballo de Oro se negaron a comer o beber.

Mientras tanto, Jack fue ayudado de nuevo por el zorro sabio y llegó a su reino. En cuanto el Pájaro de Oro vio a Jack, empezó a cantar su alegre canción, y el Caballo de Oro saltó feliz. El rey se dio cuenta de la verdad y elogió a Jack por su valentía y honestidad.

Jack perdonó a sus hermanos y todos aprendieron el valor de la verdad y la bondad. En cuanto al zorro sabio, reveló que era un príncipe hechizado, y la bondad de Jack rompió la maldición.

Y todos vivieron felices para siempre, con el canto del Pájaro de Oro llenando sus corazones de alegría.

Moraleja: La bondad y la honestidad son las claves de la verdadera felicidad y el éxito.

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