El burro – Historia de la presencia de ánimo
Había una vez un burro llamado Jojo que era muy viejo. Jojo ya no podía trabajar para su amo, así que decidió matarlo. Cavó una fosa y empujó a Jojo dentro.
El maestro empezó a rellenar la fosa con barro para poder enterrar a Jojo. Jojo, por su parte, se sacude todo el barro de la espalda y se sube a la tierra que se acumula a sus pies. Poco a poco había una montaña de barro dentro de la fosa y Jojo se quitaba el polvo del barro y se subía encima.
No tardó en salir de la fosa y presentarse ante su amo. Su amo vio al burro vivo y se asustó de que intentara vengarse. Tiró la pala y corrió hacia su granja lo más rápido que pudo.
Jojo se reía al ver que su amo corría despavorido y vivía su vida comiendo jugosas frutas y verduras del bosque.
Moraleja: La presencia de ánimo puede salvarte la vida.