Cuento de Navidad
Érase una vez, en un pueblo nevado, un viejo gruñón llamado Ebenezer Scrooge. Era tan tacaño como una ardilla con sus nueces y decía «¡Bah, humbug!» a la alegría navideña.
En una fría Nochebuena, mientras Scrooge estaba sentado contando su dinero, apareció un fantasma espeluznante. Era el fantasma de su antiguo compañero, Jacob Marley, envuelto en cadenas. «Scrooge», gimió el fantasma, «¡debes cambiar tu forma de ser o acabarás como yo!».
Esa noche, tres espíritus mágicos visitaron a Scrooge. El primero, el Fantasma de las Navidades Pasadas, era una figura resplandeciente que llevaba a Scrooge en un viaje relámpago a sus viejos y felices días de infancia. Pero Scrooge también vio cómo se había vuelto gruñón y mezquino con el paso de los años.
A continuación llegó el alegre Fantasma de las Navidades Presentes, un gigante de risa estruendosa. Mostró a Scrooge las alegrías y las luchas de la gente que celebra la Navidad en este momento. Scrooge veía familias que reían, cantaban y compartían, aunque tuvieran poco dinero. Vio a su amable empleado, Bob Cratchit, celebrándolo con su cariñosa familia, incluido el pequeño Tim, que estaba muy enfermo.
Por fin llegó el espeluznante Fantasma de la Navidad que está por llegar. Este fantasma silencioso apuntaba a un futuro sombrío en el que nadie se preocupaba por el viejo y solitario Scrooge. Scrooge estaba asustado. No quería que le olvidaran y no le quisieran.
A la mañana siguiente, Scrooge se despertó y se dio cuenta de que todavía era Navidad. Estaba tan contento; ¡no se lo había perdido! Corrió por el pueblo, riendo y deseando a todo el mundo Feliz Navidad. Compró un pavo gigante para la familia Cratchit y prometió ayudar al pequeño Tim. Scrooge se convirtió en el hombre más amable de la ciudad, y él y el pequeño Tim se hicieron grandes amigos.
Y a partir de ese día, Ebenezer Scrooge amó la Navidad y repartió alegría y bondad durante todo el año. Todos en el pueblo eran más felices gracias al nuevo y alegre Sr. Scrooge.
Moraleja: La bondad y la generosidad pueden transformar vidas y traer la verdadera felicidad.