Una pequeña ayuda de Dios
Tras un naufragio, un hombre que fue el único superviviente consiguió llegar a la orilla.
Pidió ayuda a Dios. Tras esperar demasiado a que Dios respondiera a sus plegarias, se construyó una cabaña para protegerse con trozos saboteados de un naufragio.
Pasaron pocos días, cada día pasaba mucho tiempo buscando comida y mirando al horizonte en busca de la ayuda de Dios.
Un día, cuando regresó de buscar comida, encontró su pequeña choza hecha cenizas.
Perdiendo toda esperanza, se sintió impotente y gritó furioso: «¿Por qué Dios? ¿Por qué nunca respondes a mis plegarias?».
Al cabo de unas horas, un barco llegó a la costa para rescatarlo. El hombre preguntó al capitán: «¿Cómo me has encontrado?». El capitán respondió: «Vimos su señal de humo pidiendo ayuda».
El hombre recuperó la fe en la voluntad de Dios.
Moraleja: No pierdas la esperanza porque te pasen cosas malas. Dios tiene su propia manera de trabajar.