Pan y mantequilla

Meena y Teena eran hermanas y caminaban todos los días a la escuela. Su madre siempre les daba pan y mantequilla en el tiffin. Todos los días, al volver a casa, veían a una señora sentada en el sendero.

Meena siempre guardaba algo de su Pan para la señora y se lo daba. «¿Por qué le das tu pan a ella Meena? Está sucia». Un día Teena le preguntó a Meena. Meena sonrió y dijo: «Nosotros tenemos todo lo que queremos, ella no, así que la ayudo. A ella también le gusta el pan y la mantequilla».

Su madre escuchó su conversación y les abrazó. «¡Así es! Debemos ayudar a los demás y ser amables. Cuando haces sonreír a los demás, Dios te sonríe a ti». Dijo.

Moraleja: no desprecies a los necesitados, ayúdales.

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