Dos pies
Había una vez un alpinista que quería escalar todas las montañas. Una vez estaba escalando una montaña por la noche. No veía nada y por eso resbaló con una roca.
Siguió cayendo y cayendo y se dio cuenta de que iba a morir. Pero de repente su cuerda de seguridad le atrapó y dejó de caer. Se quedó allí colgando y rezando a Dios.
Entonces oyó una voz que le llamaba por su nombre. «Soy Dios, hijo. Si crees que puedo salvarte, corta la cuerda de la que cuelgas». Miró hacia abajo y todo lo que vio fue oscuridad absoluta, así que no cortó la cuerda.
Al día siguiente, los equipos de rescate lo encontraron muerto de frío. Pero vieron que estaba colgado a sólo medio metro del suelo. «Sólo si hubiera cortado la cuerda, estaría a salvo y vivo», dijo uno de los rescatadores.
Moraleja: Ten siempre fe en Dios, aunque el camino parezca difícil.