El Sabio
Un sabio solía dar consejos a cualquiera que se le acercara. Con los años, se dio cuenta de que la gente se le quejaba de los mismos problemas.
Un día contó un chiste que hizo reír a todos a carcajadas.
Al cabo de unos minutos les contó el mismo chiste, y sólo unos pocos sonrieron.
La tercera vez que contó el mismo chiste, nadie se rió.
Sonrió y dijo: «No puedes reírte del mismo chiste una y otra vez. ¿Por qué lloras siempre por el mismo problema?».
Moraleja: No resolverás tus problemas si te preocupas; sólo perderás tiempo y energía.